sábado, 2 de diciembre de 2017

¡Bienvenidos a nuestro blog!



Este blog se ha realizado para que pueda servir como instrumento para la preparación de la celebración del sacramento del Matrimonio.
Se podrá encontrar informacion sobre cuál es la preparacion que se debe tener hacia el matrimonio, aspectos sobre el expediente matrimonial,cómo se lleva a cabo el ritual del matrimonio, ejemplos de varias lecturas a realizar en el ritual, el intercambio de alianzas, entre otros.
¡Esperemos que os sea de gran utilidad y no dudeis en comentarnos!




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Los integrantes del grupo que ha realizado el blog son :
Marina Atalaya Rey
Noelia Chacón Gómez
Paula Flores Lojo
Verónica Cárdenas Ruiz
Jessica Izquierdo Espinosa
Maria José Bueno Lora
Maria del Carmen Quintero Vital






viernes, 1 de diciembre de 2017

1. Fundamentos doctrinales del sacramento


1.1. El amor
Amar es darse a otro sin esperar nada a cambio. Esto supone una lucha entre el “yo”  y el “tu”. La felicidad verdadera nos viene de la capacidad que Dios nos da en el Espíritu Santo de dar nuestra vida a los otros,  de donarnos, de realizarnos en el “TU”. Sin embargo nuestro cuerpo nos lleva  por  otra ley: la de el egoísmo, es decir, darle culto al “yo”. Lo que nos provoca una soledad profunda, aunque se esté casado, con esta soledad experimentamos el infierno, ya que no hemos dejado sitio al amor y por tanto donde no hay amor no está Dios. Nos encontramos en este infierno porque no somos capaces de donarnos al matrimonio porque el marido o la mujer nos destruyen y nos surge miedo a la muerte.
Perocomo podemos leer en varios pasajes de la biblia  Cristo, nuestro salvador, ha muerto y resucitado para perdonar nuestros pecados liberandonos.
Ha amado en la cruz se ha desposado con la humanidad; el hombre y Dios en una sola carne.
Porque donde Dios habita se está capacitado para amar de la misma forma que hizo el a sus semejantes, especialmente el hombre y la mujer mutuamente.

1.2. El amor conyugal
“Conyugal” en el contexto de la iglesia significa “bajo el mismo yugo”, es decir, la unión de dos iguales para compartir un proyecto existencial.
El amor conyugal cristiano nace del amor con el que Dios ama a su pueblo
“yo te desposará conmigo para siempre…” Os 2, 21
Y tiene su máxima expresión en Cristo:
“habiendo amado a los suyos, los amó hasta el extremo” Jn 13,1


Amar es una llamada de la naturaleza humana, intervienen:
  • El instinto, ya que hay una atracción hacia el otro sexo.
  • La libertad, pues requiere una elección hacia un hombre o una mujer concretos.
El ser humano tiene un deseo natural de:
  • Entrega total: compartir todo y fidelidad, de exclusividad, la poligamia no es natural en el hombre.
Para hablar de este apartado nos basaremos en la siguiente cita bíblica:


“¿No habéis leído que el creador, desde el comienzo, los hizo varón y hembra y que dijo: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne? De manera que ya no son dos, sino una sola carne” Mt 19, 4-6


Cuando dice Dios ha creado hombre varón y hembra. No ha creado oros sexos ni otros géneros. Esto dice la ley natural, basada en la revelación aunque la ley civil diga otra cosa.
La  expresión “una sola carne” expresa en lenguaje bíblico la unión entre dos personas físicas, psíquica y espiritualmente.
Aunque varón y mujer son iguales en cuanto a que tienen la misma dignidad, son física y psíquicamente diferentes, lo que hace que se complementen perfectamente. El varón aporta los valores de la fortaleza, la seguridad,... y la mujer, el afecto, la profundidad, etc.
La expresión “el hombre dejará a su padre y a su madre” significa que, por ley natural, para unirse al cónyuge, tanto el varón como la mujer deben abandonar la familia paterna. Este paso es siempre traumático, y si no se da correctamente, puede ser causa de muchos sufrimientos e incluso de fracaso matrimonial. No se trata sólo del hecho físico de cambiar de casa, sino de la relación que se mantendrá con la familia después de casarse. La tradición cristiana siempre ha enseñado que existe una escala de valores, según la cual lo primero para cada cónyuge debe ser Dios, a continuación el marido o la mujer, luego los hijos y por último la familia paterna. Si este orde se invierte, tarde o temprano aparecerá algún conflicto de tipo afectivo, que puede llegar a tener graves consecuencias.
Este deseo del varón de hacerse uno con la mujer, le viene de haber sido creado “a imagen y semejanza de Dios”. Dios se manifiesta mediante el amor y la perfecta unidad entre tres personas, Padre, Hijo y Espíritu Santo. El amor entre el Padre y el Hijo produce el fruto del Espíritu Santo,
Esta misma imagen se repite en la relación que tiene Jesucristo con su Iglesia, como dice San Pablo: “gran misterio éste del matrimonio, y lo refiero a Cristo Iglesia”. Cristo es la cabeza cuyo cuerpo, visible en la tierra, es la iglesia.
Esta concepción del matrimonio explica que la iglesia entienda como antinatural la práctica de la poligamia.
  • Indisolubilidad, para siempre.
La iglesia nos lo explica basándose en el siguiente evangelio:
“Pues bien, lo que Dios unió, que no lo separe el hombre. Ellos le preguntaron ¿por qué moisés ordenó que si el marido quiere repudiar a la mujer, que le dé acta de divorcio? Jesús le respondió: por vuestra dureza de corazón os permitió Moisés divorciaros, pero no fue así al principio”.
La expresión “lo que ha unido Dios, que no lo separe el hombre” avala la doctrina de la iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio.
Actualmente, en nuestra sociedad occidental están admitidos legal y socialmente tanto la infidelidad como el divorcio. Incluso se quiere presentar en el mundo de la política, de la cultura y especialmente a través de los medios de comunicación, como moralmente buenos. A crear este ambiente han contribuido corrientes de pensamiento como el iluminismo, el feminismo, el hedonismo, el modernismo.
Esta realidad, que ha existido siempre en mayor o menor grado a lo largo de la historia, es lo que Cristo denomina “vuestra dureza de corazón”.
Partiendo de que en la alianza conyugal no solo intervienen los esposos, sino la gracia que, a través del Espíritu Santo los sostiene, es decir, que el matrimonio “no es cosa de dos, sino de tres”, se puede decir que la indisolubilidad no es una utopía
El amor y la unidad forman parte del mismo ser del matrimonio, que de esta forma se convierte en sacramento en medio de los hombres y constituye una verdadera vocación, en respuesta a la llamada de Dios, para que el mundo conozca a través del amor concedido entre los esposos, el amor fiel de Dios a todo hombre. Verdaderamente nuestro mundo está profundamente necesitado de esta misión de los matrimonios cristianos, a la que se puede clasificar a veces de heroica..
  • Fecundidad, transmitir vida.
  • Gratitud, aunque el demonio nos presenta la cruz, sin Cristo, como algo horrible, amar es una felicidad, no es una carga; poder amar no es un yugo, sino la libertad.(DIOCESIS DE CADIZ Y CEUTA. delegación episcopal para la familia y defensa de la vida, 2016)




2.Preparacion al sacramento del matrimonio





La organización al matrimonio, a la vida conyugal y familiar, es fundamental para el bien de la iglesia. De esta forma, el sacramento del matrimonio conserva un gran valor para la comunidad cristiana. Para los cristianos el matrimonio implica una verdadera vocación a un estado y vida de gracia particulares, para llevar a su madurez esta vocación, se va a requerir una preparación adecuada y un recorrido de fe y amor.


De este modo, cuando se habla de los requisitos de una preparación para el sacramento del matrimonio se creen que es una charla que deben recibir los novios antes de la ceremonia, pero no es lo único ya que el pilar de  la preparación para el matrimonio nace desde la familia.
En muchos otros países se sigue siendo las familias la que les transmite los valores a los jóvenes a la vida del matrimonio y usándose las antiguas costumbres. Debido a esto, se han producido cambios en la sociedad, ya que es una sociedad más moderna y esto exige que no solo la familia pueda hacerlo, sino la sociedad y la iglesia se comprometan en el afán  de preparar a los novios para las responsabilidades del matrimonio.


Para afrontar y resolver las nuevas dificultades, la experiencia ha enseñado que los jóvenes que están preparados para la vida conyugal, va mejor que los demás que no están preparados. Asimismo la iglesia tiene que fomentar programas mejores y más intensos de preparación a la vida conyugal, para que así se elimine las dificultades en que se debaten tantos matrimonios. En esta preparación tiene que promover además la importancia del nacimiento y la maduración de matrimonio. “Una proyección en la necesidad de formación para el matrimonio partiendo desde nuestra realidad” en la actualidad hay pocos casos al deterioro señalado de la familia a ciertos desgastes de los valores del matrimonio. Debido a esto crece el interés para ofrecer respuestas adecuadas a la preparación al sacramento.

Por otro lado, esta preparación para el matrimonio no supone un momento determinado en la vida sino que es un proceso a lo largo de toda la vida. Por ello, debemos reconocer que la preparación para el matrimonio es un proceso. “La preparación para el matrimonio es un proceso gradual”, este proceso gradual tiene tres momentos principales: Preparación remota, próxima, inmediata.

jueves, 30 de noviembre de 2017

3. Expediente matrimonial: Lugar y documentación necesaria.

Para llevar a cabo el expediente matrimonial es necesario que se acuerde cita en la parroquia correspondiente al domicilio de uno de los novios y que se lleve la documentación necesaria además del acompañamiento de dos testigos.  Esto tiene gran peso en el matrimonio ya que sin expediente matrimonial no puede nadie casarse por la Iglesia.

Además, cabe destacar que, si los dos pertenecen a la misma diócesis, debe pedirse cita seis meses antes de la boda. En cambio, si ambos pertenecen a lugares distintos es recomendable acudir con un poco más de antelación. Lo importante es tener claro que los documentos del expediente matrimonial deben tener al menos seis meses desde la fecha de emisión hasta el día de la boda.
Al reconocer el Estado legal el matrimonio canónico, no es necesario acudir al Juzgado, por lo que al salir de la Iglesia ya pueden conformar una pareja matrimonio de forma legal, ya que el párroco se encarga de realizar los trámites administrativos.

La documentación para realizar el expediente matrimonial es la siguiente:

-          Fotocopia del carné de identidad, pasaporte o tarjeta de cada uno de los miembros de la pareja.
-          Partida de bautismo de cada uno, expedido de por la parroquia en la que fueron bautizados.
-          Certificado literal de nacimiento de cada uno, ubicado en el Registro Civil de la localidad en la que nacieron o la fotocopia de la hoja del libro de familia.
-          Certificado de haber realizado el cursillo prematrimonial organizado por las parroquias una o dos veces al año.
-          Certificado de fe y estado.

En algunos casos específicos pueden pedir también el certificado de soltería, necesario en el caso de que uno de los miembros de la pareja fuese extranjero. Puede solicitarse en el Ayuntamiento.

Cabe destacar que los dos testigos deben ser mayores de edad, presentar sus carnés de identidad, y no ser familiares de los novios, pero sí conocerlos bien. Es necesario la presencia de éstos para confirmar que ambos no estén casados. Además, no es necesario que sean los mismos que los testigos del día de la boda.
Más tarde, se realizan las amonestaciones. Éstas son unas hojas que informan a través de los nombres de los novios que se van a casar. Son colgadas durante 15 días en la puerta de la Iglesia para que, si alguien cercano a los novios las ve, pueda reclamar el por qué no pueden ser casados, pudiendo incluso anular la boda.  Pasado dicho tiempo, la parroquia sella la hoja y la incluye en el expediente matrimonial, el cual debe ser llevado al obispado para ser firmado y entregado nuevamente a la parroquia.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

4.Eleccion del templo para la celebracion del matrimonio



El templo es el lugar en el que se se celebran los distintos sacramentos: bautismo, comunión, matrimonio, etc. En el caso que nos ocupa, hablamos del sacramento del matrimonio.
Las personas que no están bautizadas no pueden casarse por la Iglesia (los debe casar un juez). En el caso de que quisieran contraer matrimonio por la Iglesia, anteriormente deben recibir los correspondientes sacramentos.
Las personas que sí han recibido los correspondientes sacramentos, la Iglesia elegida es en la que se han recibido anteriormente los sacramentos y, por consecuente, también es elegida por proximidad al domicilio de la novia. En el caso de que quisiesen otra Iglesia, deben ir a hablar con el párroco correspondiente de la Iglesia que les pertenece para que les firme un permiso para poder casarse en otra Iglesia elegida por ellos mismos, además de explicarle los motivos. Una vez obtenido este permiso, se lleva a la Iglesia en la cual se quieren casar y las dos Iglesias se ponen de acuerdo.

Por último, aclarar que los curas cristianos no casan en otro sitio que no sea la Iglesia.

martes, 28 de noviembre de 2017

5. Ritual del sacramento

El ritual inicial del matrimonio comienza una vez llega la hora concebida, el sacerdote va con sus ayudantes a la puerta de la iglesia y allí recibe a los novios y se saludan.
A continuación se realiza la ida hacia el altar, comenzando por lo ayudantes, siguiéndoles el sacerdote y a éste los novios, que pueden ser acompañados por los padres o dos testigos hasta el altar.
El sacerdote cuando llega al altar, saluda con una inclinación y un beso, para luego ir a la sede.
El novio espera en el altar a la novia, los invitados están sentados en los bancos y si hay algún niño o niña con los anillos y las arras pasarán por el pasillo central delante de la novia para dirigirse al altar. Cuando la novia llega al altar, junto al novio y los padrinos, todos se quedan en pie en este orden: Padrino-novio-novia-madrina.


























(Archimadrid.es, 2010)

Una vez todos están en sus puestos adecuados, el sacerdote se dirige de forma breve a los presentes
para disponer el matrimonio, dedicando unas palabras similares a estas: “Hermanos y hermanas, con gozo nos hemos reunido en la casa del Señor para celebrar la unión matrimonial de N. y N., en el día en que ellos van a establecer su propio hogar. Para ellos este momento es de singular importancia. Por eso, vamos a acompañarlos con nuestro cariño, amistad y oración fraterna. Escuchemos atentamente con ellos la Palabra que Dios nos va a dirigir hoy. Después, con la santa Iglesia, invocamos a Dios Padre, por Jesucristo, nuestro Señor, para que acoja complacido a estos hijos suyos que van a contraer Matrimonio, los bendiga y les conceda vivir en unidad permanente.”

Llega la hora de la Misa, pero dependiendo del día pueden permitirse las Misas rituales con las lecturas propias o si coincide el día de la boda con alguno que se indique entre los números 1-4 de los días litúrgicos, (normas universales del año litúrgico y su calendario) se recita la Misa del día pero siempre con la bendición nupcial. También si la Misa del matrimonio coincide en domingo y con la comunidad parroquial o en domingo de Tiempo Ordinario y de Navidad, sigue dándose la Misa del día.


















lunes, 27 de noviembre de 2017

5.1 Lecturas bíblicas más significativas para la celebración


Las lecturas que se realizan en la celebración pueden ser tres, comenzando por el Antiguo Testamento o el Apocalipsis en tiempo pascual. Se debe elegir una lectura en la que se hable sobre el Matrimonio (números 144-187).
A continuación, se dan algunas lecturas que pueden servir para este momento.
Primeras lecturas:
"1.      Lectura del libro del Génesis (1,26-28.31a)
Dijo Dios: "Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, los reptiles de la tierra".
Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó. Y los bendijo Dios y les dijo: "Creced, multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad los peces del mar, las aves del cielo, los vivientes que se mueven sobre la tierra". Y vio Dios todo lo que había hecho; y era muy bueno.
Palabra de Dios.
2.      Lectura del libro del Génesis (2,18-24)
El Señor Dios se dijo: -«No está bien que el hombre esté solo; voy a hacerle alguien como él que le ayude.»
Entonces el Señor Dios modeló de arcilla todas las bestias del campo y todos los pájaros del cielo y se los presentó al hombre, para ver qué nombre les ponía. Y cada ser vivo llevaría el nombre que el hombre le pusiera. Así, el hombre puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no encontraba ninguno como él que lo ayudase.
Entonces el Señor Dios dejó caer sobre el hombre un letargo, y el hombre se durmió. Le sacó una costilla y le cerró el sitio con carne. y el Señor Dios trabajó la costilla que le había sacado al hombre, haciendo una mujer, y se la presentó al hombre.
El hombre dijo: -«¡Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Su nombre será Mujer, porque ha salido del hombre. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.»
Palabra de Dios.
3.      Lectura del libro del Génesis (24, 48-51. 58-67)
En aquellos días, el criado de Abrahán dijo a Labán: -“Bendigo al Señor, Dios de mi amo Abrahán, que me ha guiado por el camino justo, para llevar al hijo de mi amo la hija de su hermano. Por tanto, si queréis ser leales y sinceros con mi amo, decídmelo, y si no, decídmelo, para actuar en consecuencia”.
Labán y Betuel le contestaron: -“El asunto viene del Señor, nosotros no podemos responderte bien o mal. Ahí tienes a Rebeca, tómala y vete, y sea la mujer del hijo de tu amo, como el Señor ha dicho”.
Llamaron a Rebeca y le preguntaron: -“¿Quieres ir con este hombre?”
Ella respondió: -“Sí”.
Entonces despidieron a Rebeca y a su nodriza, al criado de Abrahán y a sus compañeros. Y bendijeron a Rebeca: -“Tú eres nuestra hermana, crece mil veces; que tu descendencia someta el poder de sus enemigos”.
Rebeca y sus compañeras se levantaron, montaron en los camellos y siguieron al hombre; y así se llevó a Rebeca el criado de Abrahán. El criado tomó a Rebeca y emprendió el camino.
Isaac se había trasladado del “Pozo del que vive y ve” al territorio del Negueb.
Una tarde, salió a pasear por el campo y, alzando la vista, vio acercarse unos camellos. También Rebeca alzó la vista y, al ver a Isaac, bajó del camello y dijo al criado: “¿Quién es aquel hombre que viene en dirección nuestra por el campo?”.
Respondió el criado: -“Es mi amo”.
Y ella tomó el velo y se cubrió.
El criado le contó a Isaac todo lo que había hecho. Isaac la metió en la tienda de su madre Sara, la tomó por esposa y con su amor se consoló de la muerte de su madre.
Palabra de Dios.
4.      Lectura del libro de Tobit (7, 6-14)
En aquellos días, Ragüel besó a Tobías, llorando, y le dijo: -“¡Hijo, bendito seas! Tienes un padre excelente. ¡Qué desgracia que haya quedado ciego un hombre tan honrado y que daba tantas limosnas!”
Y abrazado al cuello de su pariente Tobías, siguió llorando. Edna, la esposa, y su hija Sara, lloraban también. Ragüel los acogió cordialmente y mandó matar un carnero. Cuando se lavaron y bañaron, se pusieron a la mesa. Tobías dijo a Rafael: -“Amigo Azarías, dile a Ragüel que me dé a mi pariente Sara”.
Ragüel lo oyó, y dijo al muchacho: -“Tú come y bebe y disfruta a gusto esta noche. Porque, amigo, sólo tú tienes derecho a casarte con mi hija Sara, y yo tampoco puedo dársela a otro, porque tú eres el pariente más cercano. Pero, hijo, te voy a hablar con toda franqueza. Ya se la he dado en matrimonio a siete de mi familia, y todos murieron la noche en que iban a acercarse a ella. Pero bueno, hijo, tú come y bebe, que el Señor cuidará de vosotros”.
Tobías replicó: -“No comeré ni beberé mientras no dejes decidido este asunto mío”. -“Lo haré. Y te la daré, como prescribe la ley de Moisés. Dios mismo manda que te la entregue, y yo te la confío. A partir de hoy, para siempre, sois marido y mujer. Es tuya desde hoy para siempre. El Señor del cielo os ayude esta noche, hijo, y os dé su gracia y su paz.»
Llamó a su hija Sara. Cuando se presentó, Ragüel le tomó la mano y se la entregó a Tobías, con estas palabras: -«Recíbela conforme al derecho y a lo prescrito en la ley de Moisés, que manda se te dé por esposa. Tómala y llévala enhorabuena a casa de tu padre. Que el Dios del cielo os dé paz y bienestar.»
Luego llamó a la madre, mandó traer papel y escribió el acta del matrimonio: «Que se la entregaba como esposa conforme a lo prescrito en la ley de Moisés.» Después empezaron a cenar.
Palabra de Dios.
5.      Lectura del libro de Tobit (8, 4b-8)
En la noche de bodas, Tobías dijo a Sara: -“Mujer, levántate, vamos a rezar, pidiendo a nuestro Señor que tenga misericordia de nosotros y nos proteja”.
Se levantó, y empezaron a rezar, pidiendo a Dios que los protegiera. Rezó así: -“Bendito eres, Dios de nuestros padres, y bendito tu nombre por los siglos de los siglos. Que te bendigan el cielo y todas tus criaturas por los siglos. Tú creaste a Adán, y como ayuda y apoyo creaste a su mujer, Eva; de los dos nació la raza humana. Tú dijiste: “No está bien que el hombre esté solo, voy a hacerle alguien como él, que lo ayude”. Si yo me caso con esta prima mía, no busco satisfacer mi pasión, sino que procedo lealmente. Dígnate apiadarte de ella y de mí, y haznos llegar juntos a la vejez”.
Los dos dijeron: -“Amén, amén”.
Palabra de Dios.
6.      Lectura del libro de los Proverbios (31, 10-13. 19-20. 30-34)
Una mujer hacendosa, ¿quién la hallará?
Vale mucho más que las perlas. Su marido se fía de ella, y no le faltan riquezas. Le trae ganancias y no pérdidas todos los días de su vida. Adquiere lana y lino, los trabaja con la destreza de sus manos. Extiende la mano hacia el huso, y sostiene con la palma la rueca. Abre sus manos al necesitado y extiende el brazo al pobre. Engañosa es la gracia, fugaz la hermosura, la que teme al Señor merece alabanza. Cantadle por el éxito de su trabajo, que sus obras la alaben en la plaza.
Palabra de Dios.
7.      Lectura del libro del Eclesiástico (26, 1-4. 16-21)
Dichoso el marido de una mujer buena; se doblarán los años de su vida.
La mujer hacendosa hace prosperar al marido, él cumplirá sus días en paz. Mujer buena es buen partido que recibe el que teme al Señor; sea rico o pobre, estará contento y tendrá cara alegre en toda sazón. Mujer hermosa deleita al marido, mujer prudente lo robustece; mujer discreta es don del Señor: no se paga un ánimo instruido; mujer modesta duplica su encanto: no hay belleza que pague un ánimo casto.
El sol brilla en el cielo del Señor, la mujer bella, en su casa bien arreglada.
Palabra de Dios.
8.      Lectura del Cantar de los Cantares (2,8-10.14.16; 8,6-7ª)
La voz de mi Amado.
Mirad: ya viene, saltando por los montes, brincando por las colinas; mi Amado es una gacela, es como un cervatillo.
Mirad: se ha parado detrás de mi tapia; atisba por las ventanas, observa por las rejas. Mi Amado me habla así: “Levántate, Amada mía, hermosa mía, ven a mí. Paloma mía que anidas En los huecos de la peña, En las grietas del barranco, Déjame con tu figura” Mi amado es para mí y yo para él. Ponme como sello sobre tu corazón, como un sello en tu brazo.
Porque el amor es fuerte como la muerte; el celo, obstinado como el infierno. Sus saetas son saetas de fuego. Las grandes aguas no pueden apagar el amor ni los ríos arrastrarlo. Palabra de Dios.”
9.      Lectura del libro del profeta Jeremías (29, 5-7)
“Así dice el Señor:
-“Construid casas y habitadlas; plantad huertos y comed sus frutos. Tomad esposas y engendrad hijos e hijas, tomad esposas para vuestros hijos, dad vuestras hijas en matrimonio, para que engendren hijos e hijas: multiplicaos allí y no disminuyáis. Buscad la prosperidad del país adonde os he deportado y rogad por él al Señor, porque su prosperidad será la vuestra”.
Palabra de Dios.
10.  Lectura del libro de Rut (1, 16-17)
Pero Rut respondió: «No insistas en que te abandone y me separe de ti, porque donde tú vayas, yo iré, donde habites, habitaré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios. Donde tú mueras moriré y allí seré enterrada. Que Yahveh me dé este mal y añada este otro todavía si no es tan sólo la muerte lo que nos ha de separar.»
Palabra de Dios." (Archimadrid, 2010, p.5-9)
A continuación, se da paso a los Salmos responsoriales, de los cuales se debe elegir uno de los que se proponen a continuación:
"-        Salmo 127
Lector: Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Todos : Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Lector: Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos. Comerás el fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien.
Todos : Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Lector: Tu mujer como parra fecunda, en medio de tu casa; tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa.
Todos : Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Lector: Ésta es la bendición del hombre Que teme al Señor: Que el Señor te bendiga desde Sión Todos los días de tu vida; Que veas a los hijos de tus hijos.
-        Salmo 144
Lector :El Señor es bueno con todos
Todos: El Señor es bueno con todos
Lector :El Señor es clemente y misericordioso lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas.
Todos: El Señor es bueno con todos
Lector :Que todas tus criaturas te den gracias, Señor; que te bendigan tus fieles. Los ojos de todos te están aguardando, tú les das la comida a su tiempo.
Todos: El Señor es bueno con todos Señor
Lector :El Señor es justo en todos sus caminos es bondadoso en todas sus acciones. Cerca está el Señor de los que lo invocan, de los que lo invocan sinceramente.
Todos: El Señor es bueno con todos
-        Salmo 104
Lector :La misericordia del Señor llena la tierra
Todos: La misericordia del Señor llena la tierra
Lector :La palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales; El ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra.
Todos: La misericordia del Señor llena la tierra
Lector :La palabra del Señor hizo el cielo; el aliento de su boca, sus ejércitos; encierra en un odre las aguas marinas, mete en un depósito el océano.
Todos: La misericordia del Señor llena la tierra
Lector :Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que Él se escogió como heredad. El Señor mira desde el cielo, se fija en todos los hombres.
Todos: La misericordia del Señor llena la tierra
Lector :Nosotros aguardamos al Señor: Él es nuestro auxilio y escudo. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Todos: La misericordia del Señor llena la tierra
-        Salmo 148
Lector :Alabad el nombre del Señor
Todos: Alabad el nombre del Señor
Lector :Alabad al Señor en el cielo, alabad al Señor en lo alto; alabadlo, todos sus ángeles; alabadlo, todos sus ejércitos.
Todos: Alabad el nombre del Señor
Lector :Alabadlo, sol y luna; alabadlo, estrellas lucientes; alabadlo, espacios celestes, y aguas que cuelgan en el cielo.
Todos: Alabad el nombre del Señor
Lector :Montes y todas las sierras, árboles frutales y cedros; fieras y animales domésticos, reptiles y pájaros que vuelan.
Todos: Alabad el nombre del Señor
Lector: Reyes y pueblos del orbe, príncipes y jefes del mundo, los jóvenes y también las doncellas, los viejos junto con los niños, alaben el nombre del Señor, el único nombre sublime. Todos: Alabad el nombre del Señor
Lector :Su majestad sobre el cielo y la tierra; el acrece el vigor de su pueblo." (Archimadrid, 2010,p.10-12)

Una vez realizado el Salmo responsorial, se pasa a la Segunda Lectura. Aquí se presentan algunas, de las cuales se podrán elegir según se quiera.
"1.      Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (7, 10-14)
Hermanos:
A los ya casados les mando –bueno, no yo, el Señor- que la mujer no se separe del marido. Y si llegara a separarse, que no vuelva a casarse o que haga las paces con su marido, y el marido que no se divorcie de su mujer. A los demás les hablo yo, no el Señor: si un cristiano está casado con una no cristiana y ella está de acuerdo en vivir con él, que no se divorcie. Y si una mujer está casada con un no cristiano y él está de acuerdo en vivir con ella, que no se divorcie del marido. Porque el marido no cristiano queda consagrado a Dios por su mujer; y la mujer no cristiana queda consagrada por el marido cristiano. Si no fuera así, vuestros hijos estarían contaminados.
Palabra de Dios.
2.      Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (12,31- 13,8)
Hermanos:
Ambicionad los carismas mejores. Y aún os voy a mostrar un camino excepcional. Ya podría yo hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles; si no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o unos platillos que aturden. Ya podría tener el don de profecía y conocer todos los secretos y todo el saber, podría tener fe como para mover montañas; si no tengo amor, no soy nada. Podría repartir en limosnas todo lo que tengo y aun dejarme quemar vivo; si no tengo amor, de nada me sirve. El amor es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. El amor no pasa nunca.
Palabra de Dios.
3.      Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios
Hermanos:
El amor es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. El amor no pasa nunca.
¿El don de profecía?, se acabará. ¿El don de lenguas?, enmudecerá. ¿El saber?, se acabará. Porque limitado es nuestro saber y limitada es nuestra profecía; pero, cuando venga lo perfecto, lo limitado se acabará. Cuando yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño. Cuando me hice un hombre acabé con las cosas de niño. Ahora vemos confusamente en un espejo; entonces veremos cara a cara. Mi conocer es por ahora limitado; entonces podré conocer como Dios me conoce. En una palabra: quedan la fe, la esperanza, el amor: estas tres. La más grande es el amor.
Palabra de Dios.
4.      Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (Versión corta)
Hermanos: vivid en el amor como Cristo nos amó y se entregó por nosotros a Dios. Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a su Iglesia. Él se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño del agua y la palabra, y para colocarla ante sí gloriosa, la Iglesia, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada. Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como cuerpos suyos que son. Amar a su mujer es amarse a sí mismo. Pues nadie jamás ha odiado su propia carne, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo. “Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne”. Es éste un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.
Palabra de Dios.
5.      Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (Versión larga)
Hermanos: Vivid en el amor como Cristo nos amó y se entregó por nosotros a Dios. Sed sumisos unos a otros con respeto cristiano. Las mujeres, que se sometan a sus maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia; él, que es el salvador del cuerpo. Pues como la Iglesia se somete a Cristo, así también las mujeres a su maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a su Iglesia. Él se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño del agua y la palabra, y para colocarla ante sí gloriosa, la Iglesia, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada. Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como cuerpos suyos que son. Amar a su mujer es amarse a sí mismo. Pues nadie jamás ha odiado su propia carne, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo. “Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne”. Es éste un gran misterio, y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia. En una palabra, que cada uno de vosotros ame a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete al marido.
Palabra de Dios.

6.      Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (3, 1-9)
Queridos hermanos:
Las mujeres sean sumisas a los propios maridos para que, si incluso algunos no creen en la palabra, sean ganados no por palabras, sino por la conducta de sus mujeres, al considerar vuestra conducta casta y respetuosa. Que vuestro adorno no esté en el exterior: en peinados, joyas y modas, sino en lo oculto del corazón, en la incorruptibilidad de un alma dulce y serena: esto es precioso ante Dios. Así se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, siendo sumisas a sus maridos; así obedeció Sara a Abrahán, llamándole Señor. De ella os hacéis hijas cuando obráis bien, sin ningún temor. De igual manera, vosotros, maridos, en la vida común sed comprensivos con la mujer, que es un ser más frágil, respetándolas, ya que son también coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no encuentren obstáculo. Procurad todos tener un mismo pensar y un mismo sentir: con afecto fraternal, con ternura, con humildad. No devolváis mal por mal o insulto por insulto; al contrario, responded con una bendición, porque para esto habéis sido llamados: para heredar una bendición.
Palabra de Dios." (Archimadrid,2010, p 13-15)

A continuación, se da paso al Aleluya y Versículo antes del Evangelio:
“cf. Sal 133(134), 3
Resto: Aleluya.
Sacerdote: El Señor que hizo el cielo y la tierra les bendiga desde Sión.
R: Aleluya.
Durante la Cuaresma
cf. 1 Jn 4, 16b. 12. 11
R: Aclamen a Dios, nuestra fuerza.
S:Dios es amor; amémonos unos a otros como Dios nos amó.
R: Aclamen a Dios, nuestra fuerza.” ( liturgical press, 1926, p.8-9)

Así, se concluye con el Evangelio leído por el sacerdote. De los que se presentan, es necesario escoger uno:
"1          Lectura del santo evangelio según san Mateo (19, 3-6)
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: -“¿Es lícito a uno despedir a su mujer por cualquier motivo?”
Él les respondió: - “¿No habéis leído que el Creador, en el principio, “los creó hombre y mujer”, y dijo: “Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mejer; y serán los dos una sola carne”? De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”.
Palabra del Señor

         2          Lectura del santo evangelio según san Marcos (10, 6-9)
En aquel tiempo dijo Jesús: -“Al principio de la creación Dios “los creó hombre y mujer”. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne”. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”.
Palabra del Señor
         3          Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 1-11
En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.
Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo: -«No les queda vino.»
Jesús le contestó: -«Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora.»
Su madre dijo a los sirvientes: -«Haced lo que él diga.»
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una.
Jesús les dijo: -«Llenad las tinajas de agua.» Y las llenaron hasta arriba.
Entonces les mandó: -«Sacad ahora y llevádselo al mayordomo.»
Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al novio y le dijo: -«Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora.» Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria, y creció la fe de sus discípulos en él.
Palabra del Señor
         4          Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 1-11
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -“Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado”.
Palabra del Señor" (Archimadrid, 2010, p.16-17)
Cuando se terminan todas las lecturas, todos se pueden sentar y se abre paso a la homilía. Es el momento en el que el sacerdote va hacia los novios para darles el significado de éste compromiso ante Dios, explicando con el texto sagrado el misterio del Matrimonio cristiano y encontrándose la unidad (entre el hombre y la mujer), la indisolubilidad (para siempre, hasta que la muerte los separe) y el estar abiertos a la vida (recibiendo a los hijos que puedan venir).