jueves, 30 de noviembre de 2017

3. Expediente matrimonial: Lugar y documentación necesaria.

Para llevar a cabo el expediente matrimonial es necesario que se acuerde cita en la parroquia correspondiente al domicilio de uno de los novios y que se lleve la documentación necesaria además del acompañamiento de dos testigos.  Esto tiene gran peso en el matrimonio ya que sin expediente matrimonial no puede nadie casarse por la Iglesia.

Además, cabe destacar que, si los dos pertenecen a la misma diócesis, debe pedirse cita seis meses antes de la boda. En cambio, si ambos pertenecen a lugares distintos es recomendable acudir con un poco más de antelación. Lo importante es tener claro que los documentos del expediente matrimonial deben tener al menos seis meses desde la fecha de emisión hasta el día de la boda.
Al reconocer el Estado legal el matrimonio canónico, no es necesario acudir al Juzgado, por lo que al salir de la Iglesia ya pueden conformar una pareja matrimonio de forma legal, ya que el párroco se encarga de realizar los trámites administrativos.

La documentación para realizar el expediente matrimonial es la siguiente:

-          Fotocopia del carné de identidad, pasaporte o tarjeta de cada uno de los miembros de la pareja.
-          Partida de bautismo de cada uno, expedido de por la parroquia en la que fueron bautizados.
-          Certificado literal de nacimiento de cada uno, ubicado en el Registro Civil de la localidad en la que nacieron o la fotocopia de la hoja del libro de familia.
-          Certificado de haber realizado el cursillo prematrimonial organizado por las parroquias una o dos veces al año.
-          Certificado de fe y estado.

En algunos casos específicos pueden pedir también el certificado de soltería, necesario en el caso de que uno de los miembros de la pareja fuese extranjero. Puede solicitarse en el Ayuntamiento.

Cabe destacar que los dos testigos deben ser mayores de edad, presentar sus carnés de identidad, y no ser familiares de los novios, pero sí conocerlos bien. Es necesario la presencia de éstos para confirmar que ambos no estén casados. Además, no es necesario que sean los mismos que los testigos del día de la boda.
Más tarde, se realizan las amonestaciones. Éstas son unas hojas que informan a través de los nombres de los novios que se van a casar. Son colgadas durante 15 días en la puerta de la Iglesia para que, si alguien cercano a los novios las ve, pueda reclamar el por qué no pueden ser casados, pudiendo incluso anular la boda.  Pasado dicho tiempo, la parroquia sella la hoja y la incluye en el expediente matrimonial, el cual debe ser llevado al obispado para ser firmado y entregado nuevamente a la parroquia.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

4.Eleccion del templo para la celebracion del matrimonio



El templo es el lugar en el que se se celebran los distintos sacramentos: bautismo, comunión, matrimonio, etc. En el caso que nos ocupa, hablamos del sacramento del matrimonio.
Las personas que no están bautizadas no pueden casarse por la Iglesia (los debe casar un juez). En el caso de que quisieran contraer matrimonio por la Iglesia, anteriormente deben recibir los correspondientes sacramentos.
Las personas que sí han recibido los correspondientes sacramentos, la Iglesia elegida es en la que se han recibido anteriormente los sacramentos y, por consecuente, también es elegida por proximidad al domicilio de la novia. En el caso de que quisiesen otra Iglesia, deben ir a hablar con el párroco correspondiente de la Iglesia que les pertenece para que les firme un permiso para poder casarse en otra Iglesia elegida por ellos mismos, además de explicarle los motivos. Una vez obtenido este permiso, se lleva a la Iglesia en la cual se quieren casar y las dos Iglesias se ponen de acuerdo.

Por último, aclarar que los curas cristianos no casan en otro sitio que no sea la Iglesia.

martes, 28 de noviembre de 2017

5. Ritual del sacramento

El ritual inicial del matrimonio comienza una vez llega la hora concebida, el sacerdote va con sus ayudantes a la puerta de la iglesia y allí recibe a los novios y se saludan.
A continuación se realiza la ida hacia el altar, comenzando por lo ayudantes, siguiéndoles el sacerdote y a éste los novios, que pueden ser acompañados por los padres o dos testigos hasta el altar.
El sacerdote cuando llega al altar, saluda con una inclinación y un beso, para luego ir a la sede.
El novio espera en el altar a la novia, los invitados están sentados en los bancos y si hay algún niño o niña con los anillos y las arras pasarán por el pasillo central delante de la novia para dirigirse al altar. Cuando la novia llega al altar, junto al novio y los padrinos, todos se quedan en pie en este orden: Padrino-novio-novia-madrina.


























(Archimadrid.es, 2010)

Una vez todos están en sus puestos adecuados, el sacerdote se dirige de forma breve a los presentes
para disponer el matrimonio, dedicando unas palabras similares a estas: “Hermanos y hermanas, con gozo nos hemos reunido en la casa del Señor para celebrar la unión matrimonial de N. y N., en el día en que ellos van a establecer su propio hogar. Para ellos este momento es de singular importancia. Por eso, vamos a acompañarlos con nuestro cariño, amistad y oración fraterna. Escuchemos atentamente con ellos la Palabra que Dios nos va a dirigir hoy. Después, con la santa Iglesia, invocamos a Dios Padre, por Jesucristo, nuestro Señor, para que acoja complacido a estos hijos suyos que van a contraer Matrimonio, los bendiga y les conceda vivir en unidad permanente.”

Llega la hora de la Misa, pero dependiendo del día pueden permitirse las Misas rituales con las lecturas propias o si coincide el día de la boda con alguno que se indique entre los números 1-4 de los días litúrgicos, (normas universales del año litúrgico y su calendario) se recita la Misa del día pero siempre con la bendición nupcial. También si la Misa del matrimonio coincide en domingo y con la comunidad parroquial o en domingo de Tiempo Ordinario y de Navidad, sigue dándose la Misa del día.


















lunes, 27 de noviembre de 2017

5.1 Lecturas bíblicas más significativas para la celebración


Las lecturas que se realizan en la celebración pueden ser tres, comenzando por el Antiguo Testamento o el Apocalipsis en tiempo pascual. Se debe elegir una lectura en la que se hable sobre el Matrimonio (números 144-187).
A continuación, se dan algunas lecturas que pueden servir para este momento.
Primeras lecturas:
"1.      Lectura del libro del Génesis (1,26-28.31a)
Dijo Dios: "Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, los reptiles de la tierra".
Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó. Y los bendijo Dios y les dijo: "Creced, multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad los peces del mar, las aves del cielo, los vivientes que se mueven sobre la tierra". Y vio Dios todo lo que había hecho; y era muy bueno.
Palabra de Dios.
2.      Lectura del libro del Génesis (2,18-24)
El Señor Dios se dijo: -«No está bien que el hombre esté solo; voy a hacerle alguien como él que le ayude.»
Entonces el Señor Dios modeló de arcilla todas las bestias del campo y todos los pájaros del cielo y se los presentó al hombre, para ver qué nombre les ponía. Y cada ser vivo llevaría el nombre que el hombre le pusiera. Así, el hombre puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no encontraba ninguno como él que lo ayudase.
Entonces el Señor Dios dejó caer sobre el hombre un letargo, y el hombre se durmió. Le sacó una costilla y le cerró el sitio con carne. y el Señor Dios trabajó la costilla que le había sacado al hombre, haciendo una mujer, y se la presentó al hombre.
El hombre dijo: -«¡Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Su nombre será Mujer, porque ha salido del hombre. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.»
Palabra de Dios.
3.      Lectura del libro del Génesis (24, 48-51. 58-67)
En aquellos días, el criado de Abrahán dijo a Labán: -“Bendigo al Señor, Dios de mi amo Abrahán, que me ha guiado por el camino justo, para llevar al hijo de mi amo la hija de su hermano. Por tanto, si queréis ser leales y sinceros con mi amo, decídmelo, y si no, decídmelo, para actuar en consecuencia”.
Labán y Betuel le contestaron: -“El asunto viene del Señor, nosotros no podemos responderte bien o mal. Ahí tienes a Rebeca, tómala y vete, y sea la mujer del hijo de tu amo, como el Señor ha dicho”.
Llamaron a Rebeca y le preguntaron: -“¿Quieres ir con este hombre?”
Ella respondió: -“Sí”.
Entonces despidieron a Rebeca y a su nodriza, al criado de Abrahán y a sus compañeros. Y bendijeron a Rebeca: -“Tú eres nuestra hermana, crece mil veces; que tu descendencia someta el poder de sus enemigos”.
Rebeca y sus compañeras se levantaron, montaron en los camellos y siguieron al hombre; y así se llevó a Rebeca el criado de Abrahán. El criado tomó a Rebeca y emprendió el camino.
Isaac se había trasladado del “Pozo del que vive y ve” al territorio del Negueb.
Una tarde, salió a pasear por el campo y, alzando la vista, vio acercarse unos camellos. También Rebeca alzó la vista y, al ver a Isaac, bajó del camello y dijo al criado: “¿Quién es aquel hombre que viene en dirección nuestra por el campo?”.
Respondió el criado: -“Es mi amo”.
Y ella tomó el velo y se cubrió.
El criado le contó a Isaac todo lo que había hecho. Isaac la metió en la tienda de su madre Sara, la tomó por esposa y con su amor se consoló de la muerte de su madre.
Palabra de Dios.
4.      Lectura del libro de Tobit (7, 6-14)
En aquellos días, Ragüel besó a Tobías, llorando, y le dijo: -“¡Hijo, bendito seas! Tienes un padre excelente. ¡Qué desgracia que haya quedado ciego un hombre tan honrado y que daba tantas limosnas!”
Y abrazado al cuello de su pariente Tobías, siguió llorando. Edna, la esposa, y su hija Sara, lloraban también. Ragüel los acogió cordialmente y mandó matar un carnero. Cuando se lavaron y bañaron, se pusieron a la mesa. Tobías dijo a Rafael: -“Amigo Azarías, dile a Ragüel que me dé a mi pariente Sara”.
Ragüel lo oyó, y dijo al muchacho: -“Tú come y bebe y disfruta a gusto esta noche. Porque, amigo, sólo tú tienes derecho a casarte con mi hija Sara, y yo tampoco puedo dársela a otro, porque tú eres el pariente más cercano. Pero, hijo, te voy a hablar con toda franqueza. Ya se la he dado en matrimonio a siete de mi familia, y todos murieron la noche en que iban a acercarse a ella. Pero bueno, hijo, tú come y bebe, que el Señor cuidará de vosotros”.
Tobías replicó: -“No comeré ni beberé mientras no dejes decidido este asunto mío”. -“Lo haré. Y te la daré, como prescribe la ley de Moisés. Dios mismo manda que te la entregue, y yo te la confío. A partir de hoy, para siempre, sois marido y mujer. Es tuya desde hoy para siempre. El Señor del cielo os ayude esta noche, hijo, y os dé su gracia y su paz.»
Llamó a su hija Sara. Cuando se presentó, Ragüel le tomó la mano y se la entregó a Tobías, con estas palabras: -«Recíbela conforme al derecho y a lo prescrito en la ley de Moisés, que manda se te dé por esposa. Tómala y llévala enhorabuena a casa de tu padre. Que el Dios del cielo os dé paz y bienestar.»
Luego llamó a la madre, mandó traer papel y escribió el acta del matrimonio: «Que se la entregaba como esposa conforme a lo prescrito en la ley de Moisés.» Después empezaron a cenar.
Palabra de Dios.
5.      Lectura del libro de Tobit (8, 4b-8)
En la noche de bodas, Tobías dijo a Sara: -“Mujer, levántate, vamos a rezar, pidiendo a nuestro Señor que tenga misericordia de nosotros y nos proteja”.
Se levantó, y empezaron a rezar, pidiendo a Dios que los protegiera. Rezó así: -“Bendito eres, Dios de nuestros padres, y bendito tu nombre por los siglos de los siglos. Que te bendigan el cielo y todas tus criaturas por los siglos. Tú creaste a Adán, y como ayuda y apoyo creaste a su mujer, Eva; de los dos nació la raza humana. Tú dijiste: “No está bien que el hombre esté solo, voy a hacerle alguien como él, que lo ayude”. Si yo me caso con esta prima mía, no busco satisfacer mi pasión, sino que procedo lealmente. Dígnate apiadarte de ella y de mí, y haznos llegar juntos a la vejez”.
Los dos dijeron: -“Amén, amén”.
Palabra de Dios.
6.      Lectura del libro de los Proverbios (31, 10-13. 19-20. 30-34)
Una mujer hacendosa, ¿quién la hallará?
Vale mucho más que las perlas. Su marido se fía de ella, y no le faltan riquezas. Le trae ganancias y no pérdidas todos los días de su vida. Adquiere lana y lino, los trabaja con la destreza de sus manos. Extiende la mano hacia el huso, y sostiene con la palma la rueca. Abre sus manos al necesitado y extiende el brazo al pobre. Engañosa es la gracia, fugaz la hermosura, la que teme al Señor merece alabanza. Cantadle por el éxito de su trabajo, que sus obras la alaben en la plaza.
Palabra de Dios.
7.      Lectura del libro del Eclesiástico (26, 1-4. 16-21)
Dichoso el marido de una mujer buena; se doblarán los años de su vida.
La mujer hacendosa hace prosperar al marido, él cumplirá sus días en paz. Mujer buena es buen partido que recibe el que teme al Señor; sea rico o pobre, estará contento y tendrá cara alegre en toda sazón. Mujer hermosa deleita al marido, mujer prudente lo robustece; mujer discreta es don del Señor: no se paga un ánimo instruido; mujer modesta duplica su encanto: no hay belleza que pague un ánimo casto.
El sol brilla en el cielo del Señor, la mujer bella, en su casa bien arreglada.
Palabra de Dios.
8.      Lectura del Cantar de los Cantares (2,8-10.14.16; 8,6-7ª)
La voz de mi Amado.
Mirad: ya viene, saltando por los montes, brincando por las colinas; mi Amado es una gacela, es como un cervatillo.
Mirad: se ha parado detrás de mi tapia; atisba por las ventanas, observa por las rejas. Mi Amado me habla así: “Levántate, Amada mía, hermosa mía, ven a mí. Paloma mía que anidas En los huecos de la peña, En las grietas del barranco, Déjame con tu figura” Mi amado es para mí y yo para él. Ponme como sello sobre tu corazón, como un sello en tu brazo.
Porque el amor es fuerte como la muerte; el celo, obstinado como el infierno. Sus saetas son saetas de fuego. Las grandes aguas no pueden apagar el amor ni los ríos arrastrarlo. Palabra de Dios.”
9.      Lectura del libro del profeta Jeremías (29, 5-7)
“Así dice el Señor:
-“Construid casas y habitadlas; plantad huertos y comed sus frutos. Tomad esposas y engendrad hijos e hijas, tomad esposas para vuestros hijos, dad vuestras hijas en matrimonio, para que engendren hijos e hijas: multiplicaos allí y no disminuyáis. Buscad la prosperidad del país adonde os he deportado y rogad por él al Señor, porque su prosperidad será la vuestra”.
Palabra de Dios.
10.  Lectura del libro de Rut (1, 16-17)
Pero Rut respondió: «No insistas en que te abandone y me separe de ti, porque donde tú vayas, yo iré, donde habites, habitaré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios. Donde tú mueras moriré y allí seré enterrada. Que Yahveh me dé este mal y añada este otro todavía si no es tan sólo la muerte lo que nos ha de separar.»
Palabra de Dios." (Archimadrid, 2010, p.5-9)
A continuación, se da paso a los Salmos responsoriales, de los cuales se debe elegir uno de los que se proponen a continuación:
"-        Salmo 127
Lector: Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Todos : Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Lector: Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos. Comerás el fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien.
Todos : Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Lector: Tu mujer como parra fecunda, en medio de tu casa; tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa.
Todos : Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Lector: Ésta es la bendición del hombre Que teme al Señor: Que el Señor te bendiga desde Sión Todos los días de tu vida; Que veas a los hijos de tus hijos.
-        Salmo 144
Lector :El Señor es bueno con todos
Todos: El Señor es bueno con todos
Lector :El Señor es clemente y misericordioso lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas.
Todos: El Señor es bueno con todos
Lector :Que todas tus criaturas te den gracias, Señor; que te bendigan tus fieles. Los ojos de todos te están aguardando, tú les das la comida a su tiempo.
Todos: El Señor es bueno con todos Señor
Lector :El Señor es justo en todos sus caminos es bondadoso en todas sus acciones. Cerca está el Señor de los que lo invocan, de los que lo invocan sinceramente.
Todos: El Señor es bueno con todos
-        Salmo 104
Lector :La misericordia del Señor llena la tierra
Todos: La misericordia del Señor llena la tierra
Lector :La palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales; El ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra.
Todos: La misericordia del Señor llena la tierra
Lector :La palabra del Señor hizo el cielo; el aliento de su boca, sus ejércitos; encierra en un odre las aguas marinas, mete en un depósito el océano.
Todos: La misericordia del Señor llena la tierra
Lector :Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que Él se escogió como heredad. El Señor mira desde el cielo, se fija en todos los hombres.
Todos: La misericordia del Señor llena la tierra
Lector :Nosotros aguardamos al Señor: Él es nuestro auxilio y escudo. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Todos: La misericordia del Señor llena la tierra
-        Salmo 148
Lector :Alabad el nombre del Señor
Todos: Alabad el nombre del Señor
Lector :Alabad al Señor en el cielo, alabad al Señor en lo alto; alabadlo, todos sus ángeles; alabadlo, todos sus ejércitos.
Todos: Alabad el nombre del Señor
Lector :Alabadlo, sol y luna; alabadlo, estrellas lucientes; alabadlo, espacios celestes, y aguas que cuelgan en el cielo.
Todos: Alabad el nombre del Señor
Lector :Montes y todas las sierras, árboles frutales y cedros; fieras y animales domésticos, reptiles y pájaros que vuelan.
Todos: Alabad el nombre del Señor
Lector: Reyes y pueblos del orbe, príncipes y jefes del mundo, los jóvenes y también las doncellas, los viejos junto con los niños, alaben el nombre del Señor, el único nombre sublime. Todos: Alabad el nombre del Señor
Lector :Su majestad sobre el cielo y la tierra; el acrece el vigor de su pueblo." (Archimadrid, 2010,p.10-12)

Una vez realizado el Salmo responsorial, se pasa a la Segunda Lectura. Aquí se presentan algunas, de las cuales se podrán elegir según se quiera.
"1.      Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (7, 10-14)
Hermanos:
A los ya casados les mando –bueno, no yo, el Señor- que la mujer no se separe del marido. Y si llegara a separarse, que no vuelva a casarse o que haga las paces con su marido, y el marido que no se divorcie de su mujer. A los demás les hablo yo, no el Señor: si un cristiano está casado con una no cristiana y ella está de acuerdo en vivir con él, que no se divorcie. Y si una mujer está casada con un no cristiano y él está de acuerdo en vivir con ella, que no se divorcie del marido. Porque el marido no cristiano queda consagrado a Dios por su mujer; y la mujer no cristiana queda consagrada por el marido cristiano. Si no fuera así, vuestros hijos estarían contaminados.
Palabra de Dios.
2.      Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (12,31- 13,8)
Hermanos:
Ambicionad los carismas mejores. Y aún os voy a mostrar un camino excepcional. Ya podría yo hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles; si no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o unos platillos que aturden. Ya podría tener el don de profecía y conocer todos los secretos y todo el saber, podría tener fe como para mover montañas; si no tengo amor, no soy nada. Podría repartir en limosnas todo lo que tengo y aun dejarme quemar vivo; si no tengo amor, de nada me sirve. El amor es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. El amor no pasa nunca.
Palabra de Dios.
3.      Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios
Hermanos:
El amor es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. El amor no pasa nunca.
¿El don de profecía?, se acabará. ¿El don de lenguas?, enmudecerá. ¿El saber?, se acabará. Porque limitado es nuestro saber y limitada es nuestra profecía; pero, cuando venga lo perfecto, lo limitado se acabará. Cuando yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño. Cuando me hice un hombre acabé con las cosas de niño. Ahora vemos confusamente en un espejo; entonces veremos cara a cara. Mi conocer es por ahora limitado; entonces podré conocer como Dios me conoce. En una palabra: quedan la fe, la esperanza, el amor: estas tres. La más grande es el amor.
Palabra de Dios.
4.      Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (Versión corta)
Hermanos: vivid en el amor como Cristo nos amó y se entregó por nosotros a Dios. Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a su Iglesia. Él se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño del agua y la palabra, y para colocarla ante sí gloriosa, la Iglesia, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada. Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como cuerpos suyos que son. Amar a su mujer es amarse a sí mismo. Pues nadie jamás ha odiado su propia carne, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo. “Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne”. Es éste un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.
Palabra de Dios.
5.      Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (Versión larga)
Hermanos: Vivid en el amor como Cristo nos amó y se entregó por nosotros a Dios. Sed sumisos unos a otros con respeto cristiano. Las mujeres, que se sometan a sus maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia; él, que es el salvador del cuerpo. Pues como la Iglesia se somete a Cristo, así también las mujeres a su maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a su Iglesia. Él se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño del agua y la palabra, y para colocarla ante sí gloriosa, la Iglesia, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada. Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como cuerpos suyos que son. Amar a su mujer es amarse a sí mismo. Pues nadie jamás ha odiado su propia carne, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo. “Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne”. Es éste un gran misterio, y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia. En una palabra, que cada uno de vosotros ame a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete al marido.
Palabra de Dios.

6.      Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (3, 1-9)
Queridos hermanos:
Las mujeres sean sumisas a los propios maridos para que, si incluso algunos no creen en la palabra, sean ganados no por palabras, sino por la conducta de sus mujeres, al considerar vuestra conducta casta y respetuosa. Que vuestro adorno no esté en el exterior: en peinados, joyas y modas, sino en lo oculto del corazón, en la incorruptibilidad de un alma dulce y serena: esto es precioso ante Dios. Así se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, siendo sumisas a sus maridos; así obedeció Sara a Abrahán, llamándole Señor. De ella os hacéis hijas cuando obráis bien, sin ningún temor. De igual manera, vosotros, maridos, en la vida común sed comprensivos con la mujer, que es un ser más frágil, respetándolas, ya que son también coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no encuentren obstáculo. Procurad todos tener un mismo pensar y un mismo sentir: con afecto fraternal, con ternura, con humildad. No devolváis mal por mal o insulto por insulto; al contrario, responded con una bendición, porque para esto habéis sido llamados: para heredar una bendición.
Palabra de Dios." (Archimadrid,2010, p 13-15)

A continuación, se da paso al Aleluya y Versículo antes del Evangelio:
“cf. Sal 133(134), 3
Resto: Aleluya.
Sacerdote: El Señor que hizo el cielo y la tierra les bendiga desde Sión.
R: Aleluya.
Durante la Cuaresma
cf. 1 Jn 4, 16b. 12. 11
R: Aclamen a Dios, nuestra fuerza.
S:Dios es amor; amémonos unos a otros como Dios nos amó.
R: Aclamen a Dios, nuestra fuerza.” ( liturgical press, 1926, p.8-9)

Así, se concluye con el Evangelio leído por el sacerdote. De los que se presentan, es necesario escoger uno:
"1          Lectura del santo evangelio según san Mateo (19, 3-6)
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: -“¿Es lícito a uno despedir a su mujer por cualquier motivo?”
Él les respondió: - “¿No habéis leído que el Creador, en el principio, “los creó hombre y mujer”, y dijo: “Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mejer; y serán los dos una sola carne”? De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”.
Palabra del Señor

         2          Lectura del santo evangelio según san Marcos (10, 6-9)
En aquel tiempo dijo Jesús: -“Al principio de la creación Dios “los creó hombre y mujer”. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne”. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”.
Palabra del Señor
         3          Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 1-11
En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.
Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo: -«No les queda vino.»
Jesús le contestó: -«Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora.»
Su madre dijo a los sirvientes: -«Haced lo que él diga.»
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una.
Jesús les dijo: -«Llenad las tinajas de agua.» Y las llenaron hasta arriba.
Entonces les mandó: -«Sacad ahora y llevádselo al mayordomo.»
Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al novio y le dijo: -«Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora.» Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria, y creció la fe de sus discípulos en él.
Palabra del Señor
         4          Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 1-11
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -“Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado”.
Palabra del Señor" (Archimadrid, 2010, p.16-17)
Cuando se terminan todas las lecturas, todos se pueden sentar y se abre paso a la homilía. Es el momento en el que el sacerdote va hacia los novios para darles el significado de éste compromiso ante Dios, explicando con el texto sagrado el misterio del Matrimonio cristiano y encontrándose la unidad (entre el hombre y la mujer), la indisolubilidad (para siempre, hasta que la muerte los separe) y el estar abiertos a la vida (recibiendo a los hijos que puedan venir).